23 junio, 2010

Buenos Aires en el Bicentenario

El verdadero espectáculo fue la gente.

Muchísima gente. Mucha gente para todo y por todos lados. Esta foto está sacada desde la salida de uno de los stands de los que tuvieron cada una de las provincias argentinas.

Caminando por la Av. De Mayo, que tenía el tránsito cortado y servía de acceso, junto con la Av. Corrientes, al paseo de la Av. 9 de Julio.

Uno de los muchos escenarios. En cada una de las bocacalles a lo largo del Paseo había un escenario. Lo bueno era que el sonido estaba muy bien hecho y entonces no había superposición en lo que se escuchaba. Uno iba caminando y llegaba hasta un punto hasta donde se escuchaba lo que ocurría en un escenario, y de repente cambiaba y se empezaba a escuchar lo que pasaba en el escenario siguiente. Y en todos los escenarios había siempre alguna muestra - música, canto, baile, de tango, folklore, rock, música popular, local o regional.

También hubo un paseo de comidas, donde se podía obtener platos típicos y productos regionales artesanales - dulces, embutidos, etc. No dieron a basto. A las 20 hs. ya se habían quedado sin comida. Las empanadas volaban en cuestión de minutos. Un detalle. Mientras que en los alrededores los kioskos no podían vender bebidas alcohólicas por una disposición municipal, en el Paseo se vendía cerveza y vinos sin ninguna restricción.
Como estos puestos de comida no daban a basto, el lunes 24 había en el Paseo, por todos lados y en las calles adyacentes, puestos improvisados de hamburguesas, panchos, sandwiches, empanadas y otras yerbas.

Una vista desde el centro del Paseo por la Avenida 9 de Julio. Sobre la derecha están los stands de las provincias.
Había además otros stands de países latinoamericanos y de áreas del gobierno, como por ejemplo tecnología, medioambiente, derechos humanos.
Las madres de plaza de mayo y las abuelas de plaza de mayo tuvieron cada una de ellas un stand importante.

Edificios públicos bellamente iluminados

El Palacio de Justicia, sede de la Corte Suprema de la Nación y de Tribunales Federales y Nacionales.


Hasta el Empire State se vistió de albiceleste.


Una hermosa imagen aérea de la fachada del Colón durante su reapertura (24 de mayo). Yo estuve ahí y fue muy lindo y emocionante cantar el himno con toda esa gente que se acercó para ver un verdadero monumento cultural de nuestra ciudad, de nuestra nación, del mundo.

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