New York - Chelsea

25 de octubre – Domingo – Chelsea

Este va a ser un post largo así que lo dividí en dos e hice un apartado para la High Line. Tranqui que no van a ser todos los posts tan largos y tampoco creo que pueda postear todos los días. Veremos.

Hoy amaneció un día brillante. No me levanté muy temprano pero lo suficiente como para ir a desayunar al muy bonito café de la esquina que se llama “La Bergamote”. Tiene una onda italiana – es más, las facturas que preparan son parecidas a las nuestras, aunque evidentemente muuuucho más grandes. En las fotos pueden verse unas medialunas y unos croissants muy apetitosos, y variedad de panes, y también algunas piezas en masa de hojaldre.



Yo tomé un café chico, que de chico no tiene nada, y una de las faturas pequeñas, redonditas, decoradas con frutas y mermelada.







El día daba para caminar – compensando lo feo que estuvo ayer – y me fui por la 9ª Avenida hasta la calle 18. Pude observar los nuevos caminos para ciclistas ya terminados que se habían empezado a construir en mi último viaje, hace dos años. De este modo estas avenidas que eran súper amplias quedaron bastante reducidas. Parece que se quiere estimular el uso de bicicletas, aunque esto todavía no es muy común. Es decir, no creo que las “bici-sendas” – como las llamamos en Buenos Aires - sean producto de la demanda sino que son una oferta para que la gente ande más en bici. -









Caminando por la calle 18 me pareció oportuno mostrar cuán cuidadosos son en NYC a la hora de construir en altura. Los andamios que se arman para cuidar a los peatones son realmente notorios.


Y no pude evitar tomar unas fotos a este caballero que practica ski callejero con unas patinetas muy particulares – sí, todo es particular y especial en NYC.







A veces me da por tomar fotos de los frentes de los edificios, o de locales que me llaman la atención.









Como ya se había hecho mediodía y pasé por un Deli me pareció buena idea comer sano y entré a comprar una ensalada. Por $6.90 en este deli me dieron esta apetitosa ensalada – variedad de hojas verdes y 5 ingredientes a elección entre una gran variedad de opciones: alcahuciles, remolacha, tomates cherry, zanahorias chiquitas y trocitos de pollo en milanesa. El muchacho que atendía fue muy gentil. Le pregunté si le importaba hablar en español – a los hispanos no siempre les gusta hablar en español y prefieren hablar en inglés – y me dijo que sí. Luego me comentó sobre el partido Boca – River y me preguntó cuál de los dos equipos me gustaba. Y después agregó que en México – su país – también se jugaba un clásico entre el América y el Chivas, que era su equipo favorito.





En un Deli hay de todo. Es como un pequeño supermercado, generalmente de coreanos, como en Buenos Aires, pero se diferencian porque aquí se venden también comidas preparadas – no siempre recomendables – y un poco de todo, hasta flores. En este Deli al que fui yo vendían estas ricas ensaladas preparadas en el momento, pero eso no ocurre en todos los casos.

Me fui a almorzar a mi alojamiento y de camino tomé esta foto al Chelsea Intl. Hostel – lugar económico y bastante bien ubicado. Los cochecitos de la policía que se ven en la foto es porque enfrente del Chelsea Hostel hay un Departamento de Policía – similar a nuestras comisarías.




Después de almorzar volví a salir – el día estaba espléndido – y decidí caminar hacia el Río Hudson, al oeste de Manhattan. Por algún motivo, había mucha gente, más de lo acostumbrado, yendo y viniendo por la calle 20. Y me preguntaba de dónde venían. No eran residentes de la zona, como podían verse habitualmente. Eran turistas y gente de otras zonas de NY – con cámaras y mirando curiosos los edificios de la zona.
Parece que Chelsea está de moda.



El día pintaba ser intenso, como siempre en NYC, y el paseo que siguió luego merece un post aparte. A continuación la gran novedad de Manhattan: la “High Line”.